“Después de la noche siempre viene el día y después del día siempre viene la noche”
Jacto fue fundada por Shunji Nishimura, inmigrante japonés que llegó al Brasil en 1932, con 21 años de edad, en busca de una vida mejor.
Shunji nació el 8 de diciembre de 1910, en Uji, provincia de Kyoto. Era el segundo de los seis hijos de Shotaro y Toshi Nishimura. A los 19 años se recibió como Técnico en Mecánica en la Escuela Industrial Dai-Ichi Kogyo Gakko, en Kyoto, y empezó a trabajar en la fábrica de carbón de la familia.
Era un joven soñador y determinado que decidió venir a América en busca de nuevas oportunidades. En enero de 1931, Shunji ingresó en la Escuela Rikkokai, ligada a la Iglesia Metodista, que preparaba jóvenes japoneses para la emigración. Pretendía ir para Bolivia, pero eligió el Brasil porque el gobierno brasileño pagaba el viaje. El 6 de febrero de 1932 embarcó en el puerto de Kobe, en el navío Buenos Aires Maru y desembarcó en el puerto de Santos, el 22 de marzo de ese año.
Después de algunas semanas en una pensión de inmigrantes en São Paulo, el joven Shunji fue a trabajar en la cosecha de café en la Hacienda Santa María, en Botucatu. El trabajo era duro y el sueldo bajo y Shunji decidió partir para Rio de Janeiro. Allá trabajo como copero en la mansión de una pareja en Petrópolis. Juntó dinero con la idea de continuar los estudios, aprender mejor la lengua portuguesa y conocer el Brasil y sus oportunidades.
En 1934 volvió a São Paulo y se matriculó en el curso primario del Colegio Adventista Brasileño, en el barrio de Santo Amaro. Estudiaba ocho horas por día y trabajaba en la propia escuela. Un año después, el dinero se le acabó. Dejó la escuela y consiguió trabajo en una fábrica como tornero y soldador. El sueldo era tan bajo que muchas veces almorzaba pan con plátano.
En la Iglesia Episcopal del Brasil, en el barrio de Pinheiros, conoció a su futura esposa, Chieko Suzukayama.
Junto con amigos, el Sr.Nishimura abrió en el barrio de Lapa el taller Chieko Suzukayama, que fabricaba latas para acondicionar el té producido en la región de Registro, Vale do Ribeira.
En febrero de 1939 don Shunji decide intentar la suerte en el interior del Estado. Tomó el tren en São Paulo con destino a la región de la Alta Paulista y desembarcó en el punto final de la línea, la ciudad de Pompeia, en aquella época una pequeña villa distante a 472 quilómetros de la capital.
Alquiló una casa en la calle Senador Rodolfo Miranda 127 y fijó en la frente un letrero: “Se arregla de Todo”. Arreglaba palanganas, transformaba tarros de aceite lubricante en baldes y pocillos, inventó un alambique para destilar mentol, arreglaba máquinas agrícolas, camiones y adaptaba motores a gasolina para gasógeno, entre otras cosas.
De tanto arreglarlas, él creó un nuevo modelo, mejor y más fácil de usarlo. Era la primera espolvoreadora creada en el Brasil y el primer producto con la marca Jacto, en 1948”.
En este taller, al Sr. Nishimura también lo buscaban los agricultores para arreglar sus espolvoreadoras de agroquímico, que eran importadas y no tenían asistencia en la región. De tanto arreglarlas, él creó un nuevo modelo, mejor y más fácil de usar. Era la primera espolvoreadora creada en el Brasil el primer producto con la marca, Jacto en 1948.
Shunji Nishimura condujo Jacto Máquinas Agrícolas hasta 1972, cuando la Empresa tuvo su primera directiva en los moldes modernos y su hijo Jiro Nishimura fue elegido presidente. El fundador pasó a dedicarse al desarrollo de proyectos de nuevos productos -como la primera cosechadora de café- y continúo a orientar las decisiones y estrategias de la compañía. Falleció el 23 de abril de 2010, a los 99 años.
MUSEO Y MEMORIAL
Shunji Nishimura es homenajeado con un museo y un memorial en Pompeia, construidos por la fundación que lleva su nombre. En el museo se encuentran documentos y objetos que marcan su saga: las primeras máquinas, los homenajes recibidos, los viajes y registros que retratan su trayectoria.
El Memorial es un jardín con la estatua de Shunji Nishimura, un monumento a su esposa Chieko y un mirador con una linda vista hacia el valle. Fue inaugurado el 21 de abril de 2012 en la sede de la Fundación. Homenaje y cuidado con la historia de vida de un hombre que está profundamente enlazada a la propia historia del agronegocio brasileño.